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Nuestra gente
El arte del pueblo japonés
Los mejores artesanos japoneses nunca añaden ni quitan, solo realzan la belleza y el espíritu que vive en lo más profundo de cada ingrediente. Son lo bastante humildes como para reconocer que su arte solo puede ser tan grande como la riqueza intrínseca de cada ingrediente. De su arte se desprende una sorprendente humildad, ya sea en la mezcla o en la destilación. En cada etapa de la creación del whisky, esta relación entre su oficio, la naturaleza y la humildad inspira su búsqueda inquebrantable del sabor.
El pionero: Shinjiro Torii
(1879-1962)
El legendario fundador Shinjiro Torii ha recibido muchos nombres a lo largo de la historia. Apodado "la nariz de Osaka", Shinjiro Torii es un auténtico pionero que abrió el camino a la elaboración de bebidas espirituosas de estilo occidental adaptadas al paladar japonés. Shinjiro es el primer maestro mezclador de Japón y el padre del whisky japonés. Pero lo más importante, lo que siempre impulsó a Shinjiro, fue su deseo de enriquecer la vida de los japoneses con el espíritu "Yatte Minahare": una actitud inquebrantable para desafiar las convenciones del mercado y ser pionero del cambio.
Comenzó su negocio con la importación de vinos españoles, pero fracasó estrepitosamente, ya que el auténtico sabor del vino español era demasiado robusto y extraño para el público nipón. Esta dura lección le costó a Shinjiro sus ahorros y lo convenció de crear su primera mezcla original, apta para el paladar de los japoneses. A este producto lo denominó vino de Oporto Akadama (círculo rojo) en homenaje al país del sol naciente. La etiqueta del vino presentaba un círculo rojo para simbolizar el sol, pues Shinjiro creía que "el sol es lo que da vida a todos los seres". Con el enorme éxito del lanzamiento del vino de Oporto Akadama en 1907, Shinjiro construyó su primera fábrica en Osaka, en 1919.
El éxito del vino de Oporto Akadama animó a Shinjiro a apostar por su sueño: crear un whisky japonés original dotado de las riquezas de la naturaleza y la artesanía japonesas (Monozukuri). A pesar de la resistencia de su familia y colegas, Shinjiro invirtió toda su fortuna para comenzar la construcción de la destilería Yamazaki, la primera destilería de whisky de malta de Japón en 1923. A base de ensayo y error, Shinjiro finalmente hizo realidad su sueño en 1937 con la comercialización de un whisky Suntory que los japoneses acabarían llamando "Kakubin" (botella cuadrada). Hoy en día, el Kakubin sigue siendo el whisky japonés n.º 1 en ventas por valor de Japón. ** Fuente: IWSR 2022
El culturalista: Keizo Saji
(1919-1999)
Reconocido escritor de haikus, maestro mezclador de segunda generación y mecenas de las artes, Keizo Saji no solo heredó la visión de su padre, sino que hizo crecer el negocio local de Osaka hasta convertirlo en una empresa líder de éxito: Suntory. Keizo Saji nació en Osaka en 1919 como el segundo hijo de Shinjiro Torii. Se convirtió en presidente de Kotobukiya en 1961 y, en 1963, la nombró oficialmente Suntory Limited en homenaje al éxito del whisky Suntory (Kakubin).
Bajo el liderazgo de Keizo, Suntory creció hasta convertirse no solo en una de las principales empresas de bebidas espirituosas y cerveza del mundo, sino también en un negocio que contribuyó en gran medida a enriquecer la cultura y las artes japonesas. Fue en su primer año de presidencia (1961) cuando Keizo estableció oficialmente la "retribución a la sociedad" como uno de los principales pilares de Suntory con la inauguración del Museo de Arte Suntory de Marunouchi (Tokio). En 1986, construyó el Suntory Hall en Akasaka, la primera sala de conciertos en el corazón de Tokio. A día de hoy, sigue siendo la más prestigiosa de todo Japón. Keizo continuó impulsando la contribución de Suntory a la vida cultural con la donación de un tercio de sus beneficios para la mejora de la sociedad.
Como maestro mezclador de segunda generación, Keizo se mantuvo comprometido con la visión de su padre de crear whiskies originales dotados de las riquezas de la naturaleza y la artesanía japonesas (Monozukuri), y construyó la destilería de grano Chita en 1972 y la destilería de malta Hakushu en 1973. 61 años después de la construcción de la destilería Yamazaki, Keizo comercializó el tan esperado Yamazaki Single Malt en 1984. En 1989, Keizo conmemoró el 90.º aniversario de Suntory con el lanzamiento de Hibiki, que significa "resonancia" o "armonía con la naturaleza". En 1994, 5 años antes de su muerte, Keizo presentó el Hakushu Single Malt, una bebida destinada a completar la lujosa gama de whiskies Suntory.
El purista: Shingo Torii
Shingo Torii es nieto de Shinjiro Torii y el maestro mezclador de tercera generación de The House of Suntory. A Shingo se le suele atribuir el mérito de haber llevado a Suntory a la escena mundial. Su inquebrantable compromiso con la calidad y su firmeza hicieron que la Casa se convirtiese en sinónimo de su laureada reputación. Se dice que Shingo rara vez está satisfecho. Es un purista de corazón empeñado en hacer las cosas bien. Día tras día, Shingo se dedica en cuerpo y alma a mejorar las cualidades del whisky Suntory.
Su esfuerzo dio sus frutos en 2003, cuando el Yamazaki 12 Years Old recibió la prestigiosa medalla de oro en el International Spirits Competition del Reino Unido. Este evento, con una amplia cobertura, cambió no solo la historia del whisky japonés, sino también la historia del propio whisky. 2003 puso por fin el whisky japonés en el mapa de todos los aficionados a esta bebida. Desde entonces, el whisky Suntory ha sido nombrado 4 veces Distiller of the Year en el ISC, lo que lo convierte en una de las más prestigiosas ofertas de la casa del whisky japonés.
Bajo el liderazgo y la visión de Shingo, The House of Suntory ha continuado con un legado de herencia e innovación, ha desafiado constantemente las convenciones y ha sido pionera en el cambio con su elaborada artesanía y su dedicación a la producción de bebidas espirituosas de la más alta calidad.
¿Cómo disfruta de los whiskies Suntory?
Nuestras destilerías
Nuestra primera destilería de whisky se fundó hace un siglo cerca de Kioto, una región conocida por sus hermosas aguas cristalinas. La destilería de Yamazaki pronto se dio a conocer como la cuna del whisky japonés y desde entonces se han abierto varias destilerías más, cada una con su propio enfoque innovador de bebidas espirituosas delicadamente elaboradas.
